Práctica médica, que se refiere al uso de medicamentos para el tratamiento de control de dolor, desbloqueo de cicatrices, dolor de espalda, sinusitis, alergias, dolor de cuello, cabeza, brazos o manos y/o problemas estomacales.
La Terapia Neural fundamenta su existencia en el hecho de que nuestro cuerpo es un organismo integral, que para mantenerse en bienestar debe tener sus componentes en equilibrio. Si una parte de él está dañado las otras partes son a su vez alteradas.
La procaína, medicamento generalmente utilizado para el tratamiento, en dosis correctas es potente para recupera la función fisiológica normal, puesto que su acción en el Sistema Nervioso Autónomo (integrador de los diferentes órganos y tejidos de nuestro cuerpo) provoca una mejoría y recuperación en lo que fue afectado por el daño (Campo Interferente). Puede existir un momento del tratamiento llamado el salto del campo, y que consiste en un “Diálogo con el Sistema Nervioso”, el cual nos indicará el siguiente foco de irritación al que debemos dirigirnos, en caso de que el causante de la alteración sea otra región.

“La inyección aplicada en el sitio correcto, produce cambios correctos”.

El medicamento es suministrado por una inyección con dosis y en el lugar donde el terapeuta neural indique. Puesto que es primordial ubicar las regiones causantes de los desequilibrios: infección, inflamación, traumatismo, cicatriz, afección odontológica, etc. padecida en cualquier parte del organismo, así como afecciones psíquicas estresantes, traumatismos emocionales y enfermedades anteriores al padecimiento actual. Para esto es importante conocer la “historia de vida” del paciente, para determinar las causas. Es decir, esta terapia puede ser aplicada en gran parte del cuerpo.